Estas fueron las palabras que Morihei Ueshiba pronunció a sus alumnos dos días antes de morir. 
 Tras incorporarse de la cama en la cual se hallaba reposando, miró a 
sus alumnos quienes se hallaban reunidos a su alrededor y les dijo: No 
os inquietéis por este viejo. Toda vida física es limitada. El cuerpo se
 transforma pero el espíritu nunca muere. Muy pronto estaré en el mundo 
espiritual pero aún deseo proteger a este mundo. Ahora dejo esta tarea 
en sus manos.
 Después hizo un silencio en el cual parecía estar 
pensando, y continuó: todos mis alumnos deben recordar que yo no he 
creado el Aikido. El Aiki es la sabiduría de Dios y el Aikido es la Vía 
de las leyes que El ha creado.
jueves, 7 de junio de 2012
lunes, 4 de junio de 2012
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