jueves, 17 de febrero de 2011

La racionalidad del Aikido

El amor generado por la creación, es el vínculo de unión entre el Creador y su obra, esta definición es el Ki, sin él la existencia no sería viable, la vida dejaría de existir para convertirse en la nada volviendo al principio de los días.

El Ki enmarca todo la visible e invisible, está en todas partes para ser considerado como el principio de todas las cosas, así pues el Ki es el Todo y la Nada, Alfa y Omega, Principio y Fin.

Es la energía creadora, la cual a su vez sin ella misma como tal, se convierte en la destructora, ya que todo principio está relacionado intrínsecamente con el fin, aunque este fin no corresponde al sentido dado por los habitantes del cosmos, sino por el deseo de evolución del ser humano, el cual desarrolla su propia creación y finalmente su destrucción vital para poder seguir creando.

Este sentimiento del denominado animal racional, “hombre", podría ser considerado como más correcto el de irracional si lo evaluásemos por sus actos en lugar de por sus logros.

No siempre la tecnología desarrollada por el hombre, corresponde a los principios más elementales de la creación, sino que parece más bien dirigida hacia la propia destrucción del mismo.

La irracionalidad del caso, nos lleva a pensar que estamos viviendo una etapa de la evolución del hombre, cuyos efectos pueden decidir de una forma unilateral el futuro de una sociedad, que durante milenios ha venido experimentando ese mismo proceso.

Realmente podríamos decir que "poco se ha evolucionado".

El concepto del Ki, nos debe llevar a preguntarnos ¿qué somos en realidad?, ¿de dónde venimos? y lo más importante ¿a dónde vamos?.

Si realmente vamos al mismo lugar de dónde venimos o nos quedamos donde estamos, sin más valor que una presencia intangible en un mundo físico donde la realidad se confunde con lo irreal, el principio con el fin y sin saber realmente a que corresponde cada situación.

Dado que la realidad en un mundo físico siempre es pasajera y por tanto no perdura, podría dejar de ser considerada como real y pasar a convertirse en lo irreal, que a su vez siendo parte visible del mundo irreal se confunde fácilmente por ser lo real.

Esta definición de lo real e irreal, es la verdadera situación que el hombre vive constantemente sin saber dónde está la realidad, cuando él mismo es parte de ambas.

Esto nos lleva a que en un periodo de miles de años, el hombre como definición, ha evolucionado tecnológicamente de una manera imparable, mientras que humanamente sigue empeñado en retroceder sin aprender de los mismos errores, los cuales se repiten de manera constante milenio tras milenio.

Es lamentable que lo racional de la tecnología lleve a la irracionalidad del uso de la misma, y que la racionalidad de que hace gala el hombre, lleve a la irracionalidad de sus actos.

Esta situación permanente de lo racional e irracional, es la consecuencia de la pérdida de valores que el hombre en su empeño de descubrir todo lo racional de la Creación, le lleva a mostrar al mundo su irracionalidad más primitiva. Volviendo a convertirse en ese animal que fue en el principio de sus días.

¿Dónde está el punto de encuentro entre lo racional e irracional del ser humano?.

Quizás lo encontremos practicando algo de racionalidad en nuestros actos de cada día.
Quizás la búsqueda del Ki a través de la práctica honesta y sincera del Aikido, o bien a través de cultivar los sentimientos más puros de aquellos que nos dejaron sus mensajes de Amor a través de los libros sagrados, nos lleve a esa racionalidad que el ser humano necesita y pueda ayudar a todos aquellos que buscan el camino de lo racional en su existencia humana.


Ezequiel Zayas