viernes, 8 de enero de 2010

Bushido, la Via del Guerrero


El Bushido, carente de dogma o fórmula que defender, puede permitirse desaparecer como entidad y al igual que la flor del cerezo, está dispuesto a morir con el primer soplo de la brisa matutina, sin embargo su destino no será la extinción total.
Como código ético independiente puede desaparecer, pero su poder no perecerá en la tierra, sus escuelas de destreza marcial y honor cívico pueden ser demolidas, pero su luz y su gloria sobrevivirán mucho tiempo a sus ruinas.
Como su flor simbólica, después de dispersarse a los cuatro vientos, aún bendecirá a la humanidad con el perfume con que enriquecerá la vida.
Siglos más adelante, cuando los seguidores del Bushido hayan sido enterrados y su simple nombre olvidados, sus aromas llegarán flotando en el aire como si provinieran de una colina lejana e invisible, como " una mirada al mas allá desde la vera del camino".


Inazo Nitobe